María Ramos vive en Cáceres, su ciudad natal. También ha vivido en Madrid y en Salamanca, donde estudió. Le gusta leer, sobre todo cómic, escuchar música, cuidar de sus plantas, cocinar, tomarse unas cervezas con los amigos y bailar a lo loco. ¿Cómo percibe la ilustración, qué significa para usted? Para mí es una modalidad artística tan importante como lo puede ser la pintura, la escultura o la fotografía. Me gusta porque es un lenguaje sincero, donde no se puede engañar. Si el trabajo es bueno se ve y si es malo también. ¿Cómo era María Ramos de niña, qué leía? Era muy, muy tímida y curiosa. Si alguien no encontraba algo por casa me preguntaban a mí porque seguro que les podía ayudar. Me encantaba leer cómic, leía a Mortadelo y Filemón, Don Miki, Tintín, Astérix y Obélix, Mafalda... ¿Qué es lo que más le gusta dibujar? Animales, me encanta. Pero últimamente me obligo a hacer cosas que no suelo dibujar, es un buen ejercicio.